Más allá de ideologías, vuelve a estar sobre la mesa la temática de la importancia sobre dónde están guardados nuestros datos.
La Agencia Española de protección de datos ha multado a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y a Òmnium Cultural por tener una base de datos en Estados Unidos. La multa consta de 90.000€, que se suma al embargo reciente de 240.000€, por realizar una encuesta a los ciudadanos para saber su opinión sobre Catalunya independiente.
ANC y Òmnium afirman que han estado multados por tener una cuenta inoperativa en Estados Unidos durante la definición del protocolo internacional respecto a los datos establecidos en Estados Unidos. Aun y así, las dos entidades aseguran que se rigen al pie de la letra de la normativa vigente.
Aún están recientes las discrepancias normativas entre Google y las autoridades o algunos usuarios europeos que no aceptan que sus datos estén alojados en ultramar. Igualmente hay diversas interpretaciones sobre si dentro de la propia Unión Europea la información puede alojarse en servidores situados en un estado diferente de aquel en el que se encuentra el usuario. Los intereses de los hostings, los propietarios de los datos y los usuarios se mueven entre legislaciones a veces poco claras.
Y es que una vez más los vacíos legales y las brechas normativas dan pie a todo tipo de interpretaciones que, en más de una ocasión, conllevarán multas o costes indeseados. Lo que está claro es que la nube, por más nube que sea, mejor tenerla cerca, en territorio nacional.
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