Hemos oído hablar mucho del Big Data pero sigue siendo un tema que genera muchas dudas en cuanto a funcionalidad, objetivo y aplicación, entre otras. En el artículo de hoy vamos a acercaros un poco más a este término tan utilizado últimamente en el argot digital.
En la actualidad se maneja una cantidad enorme de datos alrededor de cada empresa que pueden aportar un valor muy alto y brindar una ventaja competitiva extraordinaria, si somos capaces de estructurarlos, analizarlos e interpretarlos con las herramientas adecuadas. En muchos casos, las Pymes no cuentan con conocimientos internos suficientes o con la infraestructura más adecuada, pero no por ello debemos asociar el término Big Data a grandes compañías y desestimarlo para las Pymes.
El Big Data es tan importante para las Pymes como para las grandes empresas. Es lógico pensar que una pyme maneje un volumen de información muy inferior, pero esto no significa que esta información no sea valiosa. Cualquier empresa puede obtener mucha más información de la que cree, y ésta puede ser muy productiva para mejorar su rendimiento y resultados. Cuántos más datos tengamos de nuestros clientes o posibles clientes, mejor nos podremos adaptar a sus necesidades. El resultado de poder personalizar nuestros productos y servicios para ellos, tiene un impacto mucho mayor que el derivado de cualquier oferta o promoción rutinaria lanzada sin estudio previo.
La clave está en averiguar los datos más interesantes (haciéndonos las preguntas correctas), en saberlos analizar, y en transformarlos en estrategias de marketing a medida. Con el Big Data extraemos datos combinados de nuestro programa de gestión y actuamos de la forma más apropiada, dejando ya de lado las decisiones y estrategias basadas en intuiciones o en históricos poco fiables.
Actualmente, Big Data cuenta con muchas más herramientas, y entre ellas podemos encontrar una gran variedad enfocadas a Pymes. Son más asequibles y garantizan un rápido retorno de la inversión, aunque, en cualquier caso, requieren que el personal de la empresa renueve su modus operandi y enfoque parte de sus acciones hacia este objetivo.
Una fácil solución al hecho de que no contemos con una gran infraestructura es la de trabajar en la nube o cloud, ya que nos permite tener todo lo necesario en cada momento, y aumentar o disminuir los recursos fácilmente en función del crecimiento, consiguiendo contar siempre con la gestión óptima de nuestro negocio.
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